Pensar en que el territorio de lo tecnológico, a una escala global, es neutral, parece una ingenuidad que en estos tiempos acarrea una verdadera culpabilidad. Ocurre, que a la tecnología se la ha mistificado hasta tal punto, que terminamos creyendo (pecando de optimistas) en que sus milagros, beneficios y poderes, serán derramados para toda la humanidad por igual; sin embargo, la realidad parece confrontar esta afirmación: en este vasto planeta, tenemos unos pocos países ricos que concentran y dominan, al unísono, la producción mundial de éstas, mientras, la enorme mayoría, fungen como sus verdaderas “colonias tecnológicas”, ¿no te parece esto un cuadro dramático? ¿cómo es posible explicar esta situación? ¿qué perspectiva teórica da cuenta de tal asimetría? Demos la bienvenida a una lectura crítica sobre el problema de la dependencia tecnológica.