“No rechazo la tecnología pero quiero mantener mis secretos a salvo”, comenta el físico e investigador alemán Lars Wehring (Wuppertal, 1969) al explicar por qué no tiene smartphone y sus equipos informáticos se limitan a un pequeño ordenador portátil con Linux. Activista del colectivo Capulcu (Vagabundo, en turco), que surgió en 2013 en seis ciudades alemanas para mantener nuestro futuro no escrito y que los adelantos tecnológicos no conviertan en autómatas nuestras vidas, Wehring ha participado en Bilbao en las jornadas “Kapitala ala bizitza” (Capital o vida), organizadas por Komite Internazionalistak.